Pero cuando Maljut dentro de este
diminuto grano, cuando el “microprocesador” comienza a calcular cómo reaccionar
hacia el Creador, creando Luz
que retorna en este, su reacción hacia el Creador y en la Luz que retorna
comienza a sentir al Creador mismo. El Creador es revelado dentro de esta
reacción.
Entonces esta Luz que Retorna, la actitud del ser
creado hacia el Creador, junto con la actitud del Creador hacia él, la cual es
ahora revelada por encima de este grano, regresa al grano y lo expande. Así Maljut
se expande y no sólo se expande, sino que además toma la forma del Creador.
Esta forma está vestida en la actitud del ser creado hacia el Creador. Las dos
formas que están vestidas en el deseo lo expanden y le dan al deseo la forma
llamada adhesión.
Entonces cuando un estudiante quiere hacer una
pregunta a su manera y permanecer con ello al recibir una respuesta, funciona
bien en una universidad ordinaria donde el profesor dicta lección desde el
podio. Puedes estar de acuerdo o no con su método de enseñanza, puedes aceptarlo
o no aceptarlo, pero en el estudiar la sabiduría de la Cabalá esto no funciona,
porque el maestro
“le da forma” al estudiante. El estudiante toma la forma del maestro, justo como
yo la recibí de mi maestro. Este es todo el estudio.
Puedes estar de acuerdo con ello o no, pero no
avanzarás a menos que lo recibas de mí, incluso si no te gusta ahora y parece
malo y distorsionado para ti. Todo lo que recibes de mí sólo puede ser en mi
forma y debe estar vestido en ti. Esta es la naturaleza del trabajo espiritual
y no hay nada que podamos hacer acerca de ello; una forma está vestida en la
otra. Es por esto que insisto en que mis estudiantes hagan preguntas a mi
manera.
Esto es el “dar forma” al alma; es el trabajo
mutuo del maestro y el estudiante con la ayuda superior.
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