Publicado en septiembre 11, 2012 a las
10:00 pm
La grandeza del Creador, mi falta de valía y la
petición de que me de el poder de corregirme están conectados en esta cadena ya
que todo eso es el trabajo del Creador y no el mío. Todo esto es así para que
pueda alcanzar el estado corregido que traerá contento al Creador.
Cuando organizo todo en una cadena
apropiadamente, muestro cuánto conozco y entiendo el proceso y hasta qué grado
estoy de acuerdo con este y quiero ser parte de este. Esto es llamado mi vasija
espiritual.
Si todos los deseos, pensamientos, causas y
resultados son organizados correctamente, conforman esa plegaria, como en el
Sidur (libro de oraciones) que fue escrito por cabalistas.
Así, ellos nos dan ejemplos de cómo acudir en gratitud, en una petición y en
apreciación, traer contento al Creador, lo cual significa construir mi vasija.
La plegaria es la construcción de la vasija espiritual.
No necesitamos más que eso, pero debemos entender
que todo está hecho por la Luz y entonces se demanda de nosotros la petición
para que esta acción tenga lugar Arriba. Cuando adquiramos la vasija correcta,
seremos capaces de llevar a cabo las acciones de “recibir con el fin de otorgar”
con ella.
Primero necesitamos el reconocimiento del mal, su
clarificación, el deseo de separarnos de este, y la petición por la corrección. Primero corregimos
el estado de “otorgar con el fin de otorgar” y después alcanzamos “recibir con
el fin de otorgar”. Todo esto está reflejado en el orden de las plegarias en el
Sidur que fue preparado para nosotros por la Gran Asamblea (Sanhedrin)
incluso antes de la fragmentación espiritual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario