Tu imagen del
mundo es muy relativa y depende de tus sensaciones. Puedes incluso percibir la
existencia de tu cuerpo a través de las sensaciones, a través del sentido del
tacto. Este abarca los órganos internos y todo lo que tocas.
En general,
podemos imaginar que nosotros somos cierto tipo de mecanismos sensoriales
sintonizados con un cierto tono, así que expandamos esta escala. Extendamos los
límites y la profundidad en la que pueden ser penetrados nuestros
sentidos.
Si haces esto, tu
mundo cambiará y también percibirás tu cuerpo de una manera diferente. Todo
depende de las sensaciones y la Cabalá te enseña a cambiar tus sentidos a un
modo de percepción ilimitado, al cual nos referimos como el mundo del
Infinito.
Hoy en día, está
limitado por la percepción de una realidad limitada. Tú percibes este mundo, te
percibes tú mismo dentro de él y a los siete mil millones de personas,
animales, plantas, etc. Estos son tus límites.
Además, tú estás
limitado por el hecho de que no puedes ver las causas, las consecuencias y las
fuerzas activas, al igual que un niño que ve las piezas de un rompecabezas y no
se da cuenta de la lógica y la interconexión entre ellas. Los ladrones de bancos
rocían un gas especial en el aire con el fin de ver los rayos láser de
seguridad. Nosotros también queremos ver los hilos que se extienden hacia el
mundo espiritual.
Una vez que
entiendas estas interconexiones, tú serás capaz de arreglar tu vida, al menos en
este mundo, en un principio, pero ésta todavía no es. Tu cuerpo está “dibujado”
en tus sentidos. Cámbialos, sintonízalos con una nueva onda y, posiblemente el
cuerpo cambiará, tomará otra forma, será eterno.
Todo depende de
con qué se sintonicen tus sentidos. Puedes elevarlos al nivel de sus
equivalentes espirituales que son llamados Keter, Jojma,
Bina, Zeir Anpin y Maljut. Entonces, en vez de
trabajar para recibir, para absorber, ellos trabajarán para otorgar, para dar y
serán eternos.
Así que, la
percepción de la realidad es una cosa muy importante. Hay una razón por cual
nosotros primero queremos que un niño se familiarice con el mundo en el que
vive. Antes de experimentar, dejémoslo que encuentre qué es dañino y qué es
beneficioso, por qué cosas él debe esforzarse y de qué debe mantenerse alejado.
Nosotros primero lo ubicamos en la posición correcta ante el entorno.
Esto hace que para
mí sea claro cómo debo actuar. Es mejor que yo revele la verdadera realidad, que
me posicione correctamente en relación a las fuerzas que operan en este. Hoy en
día, yo soy como un niño que agita los brazos y las piernas, sin poder ver ni
oír nada y es por eso que necesito adquirir sentidos adicionales.
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