Pero aquí no puede 
haber integración en los deseos. Si yo quiero algo dulce y tú algo salado, 
entonces esas son dos demandas diferentes que no pueden ir juntas. Pueden de 
alguna manera vestirse una en la otra, pero ninguna de ellas puede anular a la 
otra. Cada deseo tiene su propio lugar donde es revelado y recibe un llenado. 
La Luz hizo nacer 
cada deseo y lo mantiene en la misma forma en que fue creado. Por lo tanto 
aparece una gran pregunta: ¿Entonces qué es integración, penetración en un deseo 
extraño y cómo es eso posible?
La integración sólo 
puede ser en las formas externas que nos proporcionamos para nosotros mismos, 
así desde el interior permanecemos iguales. Simplemente no podemos integrarnos 
el uno en el otro a través de los deseos porque cada uno tiene sus propios 
deseos, fue dicho: “Así como sus rostros no son iguales, así sus pensamientos y 
deseos nos son iguales”. No podemos conectarnos en los deseos porque cada deseo 
es definido de manera precisa y por separado de los otros.  
Cada deseo fue 
creado por su Luz 
especial. Pero cuando esos deseos traen una forma de otorgamiento hacia una 
fuente, entonces ellos pueden comenzar a unirse gracias a esta forma de otorgamiento y pueden integrarse en los demás, precisamente 
porque existe una Fuente común, una para todos. Si todos los deseos lo anhelan, 
entonces gracias a su anhelo común, comienzan a integrarse el uno en el otro. 
De otra manera, la 
integración mutua es imposible. Sólo la única Fuente común nos obliga a 
conectarnos e integrarnos entre nosotros. De otra manera permaneceríamos 
separados. Y sólo así podemos lograr una conexión real y 
no como un grupo de criminales que se conectan por un beneficio egoísta, en el 
que permanece cada uno con su deseo y con la ayuda de la conexión espera obtener 
un llenado para sí mismo. 
Pero si queremos 
integrarnos con los deseos de otros, entonces es posible sólo con la Luz que 
Reforma que dirige sólo hacia una fuente, la cual nos conecta entre nosotros. 
Como fue dicho, “Aquel que hace la paz en Sus Cielos, que haga la paz entre 
nosotros”. 
Los deseos en sí 
nunca pueden conectarse; cada deseo permanece por sí solo. Si no fuera así y 
todos los deseos una vez más se conectaran en un gran deseo, entonces no 
llegaríamos a Gmar Tikkun (el final de la corrección), un alcance que 
es 620 veces más grande en intensidad que el que existía previamente. Este 
alcance es 620 veces más grande en intensidad porque cada deseo permanece por sí 
solo; cada uno en su Klipá (cáscara), en su envoltura. Y cuando a pesar 
de todo, se unen en una fruta, debajo de una Klipá (cáscara) como 
semillas de granada, entonces hay un alcance de perfección 620 veces mayor, 
adhesión con la Luz  y clarificación de la Luz.
 
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