FORMA
Una boca que contiene un
diente.
El espacio en blanco dentro de la pei forma una bet escondida.
El espacio en blanco dentro de la pei forma una bet escondida.
TZADIK
La
Fé del Justo
FORMA
Una iud insertada en
la parte superior de
una nun reclinada.
Las iud cara hacia arriba y hacia abajo, de acuerdo con dos distintas tradiciones.
CUF
Omnipresencia - Redención de las Chispas
CaídasLas iud cara hacia arriba y hacia abajo, de acuerdo con dos distintas tradiciones.
CUF
FORMA
Una reish arriba
con una zain descendiendo por debajo de la línea a la
izquierda
REISH
Proceso - El Arte de la Depuración

Proceso - El Arte de la Depuración
A pesar de que esta letra se encuentra cerca
del final del alef-bet, su significado primario es "cabeza" o
"comienzo". Hay cuatro "comienzos en el alef-bet (comparable a los
cuatro Años Nuevos enumerados en el comienzo del tratado de Rosh
HaShaná) relativo a cuatro diferentes categorías de fenómenos. El
comienzo ordinal es la letra alef. Fonéticamente, el vapor o la
"materia" amorfa de la que se forma la pronunciación de cada letra, es el
secreto de la letra hei. Según su escritura, cada letra comienza desde
un punto, el secreto de la letra iud. En relación a
su significado, o sea la inteligencia cognitiva o sabiduría,
la reish significa "comienzo". Estas cuatro letras combinadas forman la
palabra arié, "el león", el primero de los cuatro "animales
sagrados" de la carroza Divina de Ezekiel. Otra combinación forma la
palabra irá, "temor" o "miedo". "El principio de la sabiduría
es el temor a Di-s". Estudiamos en jasidismo,
que la experiencia interior del alma que sirve como el recipiente para inspirar
y contener siempre nuevos destellos de comprensión y sabiduría, es
el bitul, la "autoanulación". Temor, el principio de la
sabiduría, corresponde a la fuente de este estado del alma. El temor produce
un "shock" en el ego, quebrando la tosquedad innata del corazón, esa grosería o
egocentrismo que nos impide ser verdaderamente receptivos y perceptivos a la
realidad exterior en general, y a la Esencia Divina de la realidad toda, en
particular. Las dos letras que forma la
escritura completa de la letra reish son
la iud y la shin, que juntas
forman iesh, que significa "algo", identificado en general en
jasidismo con la consciencia del ego y de ser una entidad separada e
independiente - un "algo". Reish es la única letra "preñada" con este
"contenido". Se estudia en jasidismo, que a pesar de que "algo" inferior", el
"algo "creado" que parece estar totalmente separado de su Creador, y de la
fuerza creativa que continuamente lo trae a la existencia, no obstante esa
apariencia de ser "algo" separado, sirve en realidad para reflejar el Absoluto y
"Verdadero Algo" que es el único y verdaderamente independiente, la "Causa de
todas las causas". Si profundizamos, vemos que
la sabiduría Divina es la "nada" entre dos estados de "algo", cuyo propósito
final es traer la consciencia del "Verdadero Algo" dentro de la experiencia del
"algo inferior". Dentro del proceso de rectificación, el ego debe primero ser
"sacudido" por el temor a Di-s, el principio de la sabiduría, entonces la propia
"materia" puede ser purificada y depurada con el fin de volverse un "espejo"
adecuado para reflejar el Verdadero Algo. Este proceso de depuración, que
depende de la sabiduría, y su principio, el temor, son expresados en el
versículo: "Tu has hecho todo con sabiduría". La Torá se refiere a "hecho", como
el proceso de rectificación y depuración. El Zohar parafrasea este versículo
cuando dice: "Tu los has depurado a todos con sabiduría". El "arte de la
depuración" es el "principio del final", las tres últimas letras
del alef-bet son respectivamente el
comienzo, el medio y el final del final. Así como la tzadik se conecta
con la cuf en su escritura completa, así la reish "se dirige"
hacia la shin, todas las depuraciones de la sabiduría ascienden a su
Fuente Divina en la llama del amor de Di-s y su pueblo
Israel.
FORMA
El perfil de la cabeza; una
cabeza encorvado.
SHIN
La Llama Eterna
La letra shin aparece
en relieve en ambos lados del tefilín de la
cabeza.
En el lado derecho
la shin aparece con tres cabezas, mientras que en el izquierdo lo hace
con cuatro. En cábala estudiamos que la shin de tres cabezas es la de
este mundo, y la de cuatro es la del Mundo por
Venir.
Uno de los significados
de la palabra shin en hebreo es shinui, "cambio". El carbón
simboliza la esencia de lo cambiante, el secreto del versículo: "Yo soy Di-s, Yo
no he cambiado", denotando que en cuanto a la Esencia de Di-s, no ocurrió ningún
cambio en absoluto desde antes de la Creación hasta después de la Creación. La
llama interna es la paradójica presencia latente del poder de cambio, dentro de
lo inmutable. La llama exterior de la shin, está en un estado
de movimiento y cambio continuos. De acuerdo con el
versículo antes citado, la esencia de lo inalterable es el secreto del
Nombre Havaiá. El poder de cambio (como está presente de
manera latente dentro de la Esencia de Di-s antes de la Creación, y
posteriormente revelado en lo infinitamente intrincado y bello de una llama en
eterna danza), es el secreto del Nombre explícito de la
Creación, Elokim,el único Nombre de Di-s que aparece en plural. El
valor numérico de la letra shin, 300, une estos dos Nombres Divinos
como "la llama se une al carbón". En at'bash, el
Nombre Havaiá se transforma en las
letras mem-tzadik-pei-tzadik, cuyo total es 300. Las cinco letras
de Elokim (alef-lamed-hei-iud-mem), cuando
se escriben completas también dan un total de 300. Las tres cabezas de
la shin de este mundo se corresponden con tres niveles: lo inmutable,
lo potencial y lo cambiante como se discutió arriba. En este mundo, lo inmutable
es simbolizado sólo por el negro y oscuro carbón, no por la luz revelada de la
llama, sin embargo, la permanencia de la llama depende de la esencia inalterable
del carbón. En el Mundo por Venir, esta esencia inalterable se revelará también
dentro de la llama. Esta revelación del futuro es el secreto de las cuatro
cabezas de la letra shin. En la llama de la vela se
observan tres niveles de luz: "la luz oscura" alrededor de la mecha, la llama
blanca que la abarca, y un aura amorfa alrededor de la llama blanca misma. Cada
uno de estos tres niveles de luz revelada, manifiestan una dimensión contenida
dentro de la llama invisible presente en el carbón. En general, la llama
simboliza amor, como está dicho: "tan poderoso como la muerte es el amor... la
llama de Di-s". La luz oscura, corresponde al amor de Israel, almas investidas
en cuerpos físicos. La luz blanca es el amor de la Torá. El aura corresponde al
amor de Di-s. Estas son las tres manifestaciones elementales de amor que enseñó
el Baal Shem Tov. La cuarta cabeza de la shin del futuro - la
revelación de la esencia del carbón mismo - corresponde al amor de la Tierra de
Israel y, como enseñan nuestros sabios: "la Tierra de Israel se extenderá en el
futuro para incorporar a todas las tierras del mundo".
FORMA
Tres vav, cada
una con una iud en la cima, elevándose desde un punto básico
común.
Símbolo de simetría; Forma de la llama.
Símbolo de simetría; Forma de la llama.
TAV
El Zohar declara:
"la tav deja una impresión en el Anciano de Días". "El Anciano de
Días", se refiere al sublime placer, innato en la "corona" (Voluntad - Deseo) de
la Emanación Divina. La letra tav (se refiere aquí al "Reino del
Infinito, Bendito sea El"), deja su impronta o cuño en el "Anciano de Días". Esa
impresión es el secreto de la fé simple en la omnipresencia absoluta de Di-s, la
presencia del Infinito en lo finito, porque "no hay nada que se asemeje a El"
(la conclusión de la cita del Zohar).
Esta fé se transmite
como herencia de generación en generación, de mundo en
mundo; maljut ("reino") del mundo superior conectado
con keter ("corona") del mundo inmediato inferior. La tav, la
letra final del alef-bet, corresponde
a maljut ("reino"), el último poder Divino, el
secreto de "Tu Reino es el Reino de todos los mundos". La impronta de
la tav es el secreto del poder que conecta los mundos -
generaciones. La primera huella de la
verdadera fé es la que fue grabada en el alma de nuestro primer
padre, Abraham, "el primero de todos los
creyentes". Este es el secreto de
la adquisición de Abraham de la Cueva
de Majpelá, el cementerio judío
original, por
cuatrocientos (el valor numérico de
la tav) shekel, el secreto de nuestra
herencia eterna de "cuatrocientos mundos de placer", rubricados con el sello
de la fé simple. Las rúbrica
de
Di-s (en la Creación) es
la verdad (en
hebreo emet, palabra formada con las letras
finales de las tres últimas palabras del relato de la
Creación: bara elokim
la'asot", "...Di-s creó
para ‘hacer’"). La última
letra o rúbricas de la palabra misma emet (en
hebreo "verdad"), o sea la
rúbrica de la rúbrica de Di-s, es la misma
letra tav, la fé
simple, que es la conclusión y culminación de las
veintidos fuerzas - letras - que actúan en la
Creación. Las tres letras que
componen la palabra emet, son el principio, la mitad y el final de las
letras del alef-bet. La alef corresponde a la limitada
percepción que tenemos de la paradoja Divina de la fuente infinita (donde las
aguas superiores e inferiores, alegría y amargura, son absolutamente uno). De
este conocimiento emana la mem, la fuente de la sabiduría Divina, el
poder que aumenta eternamente en la penetración de los misterios de la Torá. "El
fin último del conocimiento es el no saber", saber que no se sabe nada. La
culminación del fluir de la sabiduría Divina en el alma (después de todo lo que
se dijo e hizo) es la "majestuosa" revelación del infinito "tesoro-hogar" de la
fé simple en la absoluta omnipresencia de Di-s aquí abajo, que es innata en el
alma de Israel. La culminación de la verdadera fé simple es el secreto de
la "tav". "Todo
sigue a la rúbrica", es el secreto de la "luz que retorna" desde
la tav hacia la alef, formando la palabra ta (tav
alef), "celda". Alrededor del Santuario interior del Templo, se contruyeron
muchas "celdas" o "pequeñas cámaras"; estaban construidas sin ventanas, por lo
que eran completamente oscuras en su interior. El jasidismo enseña que
estas celdas revelan el nivel de "El puso Su lugar oculto en la oscuridad", la
percepción de la fé simple llegando a la absolutamente "oscura" Esencia de
Di-s. Por eso
hemos explicado: "Torá es la impresión [la tav] de la Divinidad;
Israel es la impresión [la tav] de la Torá". La Divinidad es percibida
en principio a través de la meditación profunda en completo silencio
(sumisión), el secreto
del jash ("silencio") del jashmal. Entonces, a
través de pasar una etapa intermedia de "circuncisión", viene una primera
expresión del mal, (en hebreo "circuncisión"). Torá es el secreto de la
separación entre maldad y bondad (circuncisión), cortar el
prepucio (maldad). Israel, la manifestación
definitiva de la Palabra de Di-s en la Torá ("Israel" es la sigla de la frase en
hebreo "Hay seiscientas mil letras en la Torá"), corresponde al nivel final
de "hablar", el
"segundo" mal de jashmalmal. El
hablar, la comunicación de la unicidad de Di-s entre las almas, es el nivel
definitivo del servicio Divino, "endulzando" la realidad toda como enseñó
el Baal Shem Tov. La tav, que es la fé simple, es vista aquí
como el poder de acuñar y vincular, ligando los aparentemente
paradógicos extremos de servicio Divino: el absoluto silencio de la meditación
con la amorosa comunicación entre las almas.
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