Con el fin de
acercarnos a la Luz,
debemos unirnos con los demás. Por otra parte, si entendemos que debemos unirnos
a pesar de nuestro egoísmo, entonces pedimos que la Luz nos una. Ahí yace todo
el método.
Lo más importante
es mantener la intención. Tu súplica a la Luz es para que la Luz te afecte, y
esa es la única oración verdadera. Si estudias y llevas a cabo todas las
acciones con una única meta, la cual es llegar a una oración verdadera, entonces
ésta será la acción más efectiva.
Esto significa
que, o bien tú ya tienes la intención correcta o estás preparándote para esta
oración o súplica. La única fórmula por medio de la cual debemos actuar, es
pedir la Luz que Reforma, que nos ayudará a obtener el atributo de otorgamiento
y a darle placer al Creador.
Cada persona debe
esforzarse para hacer del grupo un solo cuerpo único y homogéneo, sin distinción
alguna entre sus partes y tratar de sentir a los amigos como un solo organismo.
Esta será la oración personal. Cuando estas oraciones individuales se conecten,
estarán en un nivel superior, en un nivel de intenciones conectadas donde se
forma una oración mutua.
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