Nosotros tenemos la
razón al decir que el mundo no ve una solución a la crisis, pero si pudiéramos
explicarle a la población en general lo que está sucediendo, no habría necesidad
de los golpes. Las personas podrían alcanzar una comprensión mucho más profunda
y más amplia de los acontecimientos actuales, sabrían que debe
hacerse.
Hoy las personas
están sólo en estado de shock. Sin embargo, nosotros podemos endulzar sus
problemas al explicarles las cosas, por medio de las correcciones y de la
incorporación mutua. Ahora, el mismo nivel de alivio que podríamos
transmitirles, se convierte en odio hacia nosotros. La gente no sabe por qué nos
odia y el punto es que el tiempo ha llegado para que el público en general sea
corregido, especialmente en Israel y en cierta medida en todo el mundo. En general
sentimos los golpes sobre nosotros mismos.
Así que veamos si
vas a sentirte feliz cuando tu negligencia y falta de atención te golpee como un
boomerang. Por cierto, esto se refiere a cada uno de
nosotros.
Baal
HaSulam dice en la “Introducción al Libro del Zóhar,” ítem 71: En tal
generación, todos los destructores que están entre las Naciones del Mundo
levantan sus cabezas y desean ante todo destruir y matar a los hijos de Israel,
como está escrito (Yevamot 63), “Ninguna calamidad viene al mundo, sino
por Israel”. Esto significa, como está escrito en las correcciones anteriores,
que ellos le causan la pobreza, ruina, robo, asesinato y destrucción al mundo
entero.
La persona se
regocija en todos los problemas del mundo: “¡Te he dicho que las cosas se
complicarán, ya ves que yo tenía razón!” Qué clase de ego maloliente puede
ser este. Por supuesto que este está en cada uno de nosotros, pero no podemos
permitir que tome las riendas ni concordar con que esta consigna sea inscrita en
nuestra bandera. No podemos sentarnos, no hacer nada y ver cómo sufre la gente.
¿Podemos tratar al mundo de esta manera? ¿Hay espacio para una persona así entre
nuestros amigos?
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